lunes, 9 de febrero de 2015

¿DEBEN LOS SUFRIDOS CIUDADANOS SOPORTAR LA MÚSICA ALTA DE UN COCHE PARA QUE EL DESCEREBRADO QUE LO CONDUCE NO SUFRA UN TRAUMA SI LA PONE BAJA?

La ley prohíbe circular en coche con la música alta. Por muchas razones: distrae al propio conductor (tanto o más que si habla por el móvil), imposibilitándole además para oír señales acústicas del entorno,  puede sobresaltar a otros conductores o peatones, y, sobre todo molestar a otros ciudadanos interfiriendo en sus actividades: profesor o alumnos en una escuela cercana, enfermos que convalecen en sus camas en domicilios u hospitales, madre que trata de dormir a un bebé...etc. Un sólo conductor incívico puede molestar en pocos minutos a miles de personas.  Y basta con que cada pocos minutos pase uno de ellos para que prácticamente todos los habitantes de una ciudad sean interferidos en sus actividades y afectados en su bienestar y salud.  Especialmente si el incívico circula de noche.
 A pesar de eso, muchos ciudadanos y las propias autoridades restan importancia a esas molestias y toleran esos desmanes de los maltratadores acústicos. Deben de pensar que los restantes ciudadanos deben tener una capacidad de aguante pero el descerebrado, pobrecito él, quizás sufra un trauma si se le obliga a bajar la música para que sólo la oiga él sin molestar a los demás.

 Una reflexión similar puede hacerse para los motoristas incívicos que trucan el tubo de escape. Quizás sufran un trauma psicológico si lo dejan como viene de fábrica. Como en el caso anterior piensan que "los demás no van a morirse por soportar su ruido". Nadie, ni siquiera las autoridades, les paran los pies y les dicen que tampoco van a morirse ellos por comportarse cívicamente y cumplir las leyes de contaminación acústica.

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